lunes, 11 de abril de 2011

BIG GIRLS DON'T CRY (Fergie)

Da Da Da Da
The smell of your skin lingers on me now
Your probably on your flight back to your home town
I need some shelter of my own protection baby
To be with myself instead of calamity
Peace, Serenity

[CHORUS]
I hope you know, I hope you know
That this has nothing to do with you
It's personal, Myself and I
We've got some straightenin' out to do
And I'm gonna miss you like a child misses their blanket
But Ive got to get a move on with my life
Its time to be a big girl now
And big girls don't cry
Don't cry
Don't cry
Don't cry

The path that I'm walking
I must go alone
I must take the baby steps until I'm full grown
Fairytales don't always have a happy ending, do they
And I foresee the dark ahead if I stay

[CHORUS]
I hope you know, I hope you know
That this has nothing to with you
It's personal, Myself and I
We've got some straightenin' out to do
And I'm gonna miss you like a child misses their blanket
But I've got to get a move on with my life
Its time to be a big girl now
And big girls don't cry

Like the little school mate in the school yard
We'll play jacks and uno cards
Ill be your best friend and you'll be mine
Valentine
Yes you can hold my hand if u want to
Cause I want to hold yours too
Well be playmates and lovers and share our secret worlds
But its time for me to go home
Its getting late, dark outside
I need to be with myself instead of calamity
Peace, Serenity

[CHORUS]
I hope you know, I hope you know
That this has nothing to do with you
It's personal, Myself and I
We've got some straightenin' out to do
And I'm gonna miss you like a child misses their blanket
But I've got to get a move on with my life
Its time to be a big girl now
And big girls don't cry
Don't cry
Don't cry
Don't cry

La Da Da Da Da Da

Un amor Inesperado

Capitulo I

Un amor Inesperado


¿Cuando no puedes estar con quien amas, te quedarías con quien está enamorado de ti?


Todo comenzó una tarde normal de un día normal en una fiesta normal, estaba con mis amigos en aquel lugar, Había estado bailando todo el rato, hasta cuando llego él, alguien que nunca había visto en la vida, alguien que desde el primer momento me había impresionado, alguien q se convertiría en el amor de mi vida.

de repente se acerco y me pregunto -¿Quieres Bailar?- a lo que respondí –claro que si-. Bailamos toda la fiesta, hablamos de nuestras vidas y me pidió mi número de celular. Pasaron las horas y llego la hora de marcharme, él no quiso que me vaya de aquella fiesta pero ya era la hora de mi partida. Nos despedimos y prometió escribirme.

Dos días después de aquella maravillosa fiesta llego a mi celular un mensaje de texto de un número desconocido, sin saber de quién se trataba no lo respondí. Transcurrieron los días y no había señal de la persona que me había impresionado en aquella fiesta. Y así fue como mis esperanzas de recibir una llamada o un mensaje de texto se fueron desvaneciendo. Transcurrieron las semanas y ya había perdido las esperanzas hasta que una tarde sonó mi celular y para mi sorpresa era el que me estaba llamando. Hable con el casi por dos horas, me sentía la persona más feliz del mundo.

A la semana siguiente tuvimos nuestra primera cita. Me llevo a comer a mi restaurante favorito, -pero yo nunca le había dicho cual era-, después de comer fuimos a caminar bajo la luz de la luna y de ahí regrese a casa sabiendo que esta cita era la mejor de mi vida.

Pasó el tiempo, comenzamos a salir y Alejandro –Ese era su nombre- se iba metiendo más y más en mi corazón. Y creo q yo en el suyo también.

Había ya pasado casi un año desde aquella maravillosa fiesta en que lo conocí. Y en ese día cuando salimos a caminar bajo las estrellas, el día que se convirtió en el más maravilloso de los días que había tenido en toda mi vida. Fue el día en que Alejandro me pidió que sea su enamorada. Ese día jamás lo voy a olvidar.

Pasamos un maravilloso creo que fue el mejor para los dos. El día que cumplíamos un mes salimos y repetimos todo lo que hicimos en nuestra primera cita. Me llevo a comer a mi restaurante favorito, después de comer fuimos a caminar bajo la luz de la luna y de ahí regrese a casa sabiendo que Alejandro y Yo íbamos a estar juntos para siempre. Pero muy en el fondo mi corazón sentía que eso solo era una mentira que había inventado para tenerla como un escudo por si algún día lo perdiera Y eso fue lo que sucedió.

Al día siguiente recibí su llamada en la cual dijo – te llamo para despedirme, en la noche viajo fuera del país, me voy a estudiar y nose cuando voy a regresar. Eres la mujer de mi vida te amo pero mi partida es inevitable. No te dije nada antes y no pensaba decírtelo para que así tu pensaras que te abandone y me odiaras pero no pude, sabía que si hacia eso te lastimaría más de lo que lo estoy haciendo ahora. Perdóname sé que es muy difícil para los dos pero es mejor así. No quiero que sufras por mi culpa. Se feliz busca a alguien que te quiero y que te haga feliz, olvidarme es lo mejor que puedes hacer-. No pude decir ni una sola palabra, y creo que lo entendió todo porque después de decir aquellas palabras que para mí fueron como cuchillas y antes de colgar lo último que dijo -Te amo y te amare siempre pero mi partida es inevitable...-. Después de esa palabras lo único que escuche atreves del teléfono fue el silencio, un silencio que hizo que mi corazón se partiera en millones de pedazos.

Después de haber hablado con él por última vez, todo mi mundo comenzó a volverse una total oscuridad, no sabía el porqué él estaba haciendo esto, porque si él que ya era parte de mi vida me abandonaba, porque me dejaba caer en un profundo y oscuro hoyo, lo había llegado a amar con la misma brevedad de tiempo como él se estaba alejo de mi.

Comenzó a pasar el tiempo y yo sentía que cada día que pasaba mi vida ya no tenía sentido, desde aquella fatal tarde los días, las horas y los segundos recorrían tan lento que sentía que nunca se acabarían, casi ya no salía, había dejado de lado a todas las personas que quería, mis amigos, compañeros y familia. Prefería pasar sola la mayor parte de tiempo que sea posible. Hubiera preferido morir antes de estar en ese estado.

Me preocupaba el hecho de que todo pareciera estar desvaneciéndose, que mi mente fuera incapaz de recordar el tono exacto del color de sus ojos, la sensación de su piel o la textura de su voz. No podía pensar en todo esto, pero debía recordarlo.

Habían pasado ya seis meses de su partida y todavía no lo había podido olvidar. Quería terminar con todo esto de una vez por todas pero más que quise no lo pude, intento tras intento no lo conseguí solo encontré fracaso el que estaba lleno de amargura y tristeza.

De pronto un día mientras caminaba de regreso a casa me encontré con Alexa mi mejor amiga, la única que me quedaba, ya que de los demás me había alejado. Ella era la única que sabía toda la historia y él porque yo estaba tan mal. Ella había tratado que yo salga de aquel hoyo en el que estaba y del cual no quería salir. Aquel día Alexa me invito a ver una película en el cine que estaba cerca de su casa. Nose porque acepte su invitación pero la acepte, hubiera sido pero quedarme en casa hundiéndome más en el hoyo que día a día se hacía más acogedor para mí.

Ese día decidimos ir a ver Claro de Luna, una de las películas que Alexa quería ver desde hace tiempo. La película no estuvo como yo la esperaba, creí que podía soportarlo pero fue imposible, Salí a mitad de la película porque me invadieron los recuerdos y con ellos la tristeza que llenaba mi alma. Al rato que salí de la película salió Alexa para asegurarse que este bien, – ¿Belén te encuentras bien?- pregunto ella, -aunque intente ocultar mis sentimientos fue imposible- le dije, pero fue tarde porque ella ya se había dado cuenta de cómo me sentía. Y en ese momento no pude aguantar más y comencé a llorar, Alexa trato de consolarme pero no logro tranquilizarme del todo.

Después de aquel momento vergonzoso para Alexa y desolador para mi, decidimos ir a casa de Alexa, porque ella y yo sabíamos que no estaba bien para poder regresar a casa, y que si regresaba me hubiera ahogado en el mar de mis recuerdos y eso era lo que Alexa trataba de impedir a toda costa.

Esa noche pase en casa de Alexa, su mamá había llamado a Elizabeth mi madre para decirle que me iba a quedarme en su casa, y mi madre había aceptado sin ningún problema, ella sabía que el estar sola me hacia mal y que Alexa era una buena compañía para mí.

Al llegar a casa de Alexa ella hizo unas cuantas llamadas que no supe a quien fue, después sonó el timbre de la casa, Alexa había llamado a Gisel y Estefanía mis amigas que había preferido no ver para no causarles problemas con mi intento fallido se salir de mi acogedor hoyo. Al verlas creí que no me iban a perdonar el haberme alejado de ellas pero fue todo lo contrario lograron entenderme y perdonarme el haber estado tan alejada de ellas por tanto tiempo.

-Te prometo que vamos estar siempre contigo para cuando nos necesites- dijo Estefanía

-Y entonces para que somos las amigas- dijo Gisel

No logre articular ni una sola palabra solo logre brindarles una pequeña sonrisa porque sabía que si lograba hablar no había podio para de pedirles disculpas a cada una de mis amigas.

-Sabes que siempre vamos a estar contigo Belén- dijo Alexa

Aquella noche fue con las noches que no había tenido hace más de siete meses, por momentos había logrado dejar de pensar en aquella persona que hacia mas hondo mi acogedor hoyo, que cuando pronunciaba su nombre se estremecía todo mi cuerpo, que cada vez que pensaba en el mi frágil corazón se quebraba en cientos de pedacitos y hacia que la herida que había en él no dejara de sangrar.

Pero al día siguiente regreso la tristeza y el dolor que no solo habitaban en mi corazón sino que también vivían en mi mente y en mi alma. Sabía que no podía pasar todo el tiempo con mis amigas así que decidí regresar a mi acogedor hoyo al cual lo llamaba mi habitación.

En los siguientes días ya no solo pasaba en casa hundiéndome en mí querido hoyo, sino también tenia pequeños momentos de alegría con mis queridas amigas.

Ya había pasado un año se su partida en los últimos cinco meses el dolor y la tristeza se habían apaciguado un poquito pero todavía seguía la herida en mi corazón sin poderse cicatrizar.

Fue un lunes cuando Alexa llamo a casa para preguntar si le iba acompañar a la feria que realizaba el colegio, y como no me gustaba hacerle sentir mal, ya que sabía que ella se preocupaba por mí para que pudiera salir de mi amarga tristeza, así que decidí acompañar a Alexa a la feria del colegio.

En la feria del colegio nos encontramos con Gisel, Estefanía y sus enamorados Diego y Martin. Al sentirnos un poco incomodas Alexa y yo decidimos ir por nuestra propia cuenta a ver la feria. Mientras caminaba con Alexa y sin darme cuenta choque con un chico, el cual después del pequeño accidente decidió acompañarnos, su nombre era Cristian, y desde el primer momento que comencé a hablar con él me di cuenta que se podía estar repitiéndose la historia. Pero ni mi mente ni mi corazón estaban lo suficientemente preparados para volver a empezar. Al salir de la feria Cristian decidió acompañarnos hasta nuestras casas, y como la casa de Alexa esta no muy lejos del colegio fue la primera en despedirse. Al dejar a Alexa en su casa pensé que sería mejor que siguiera el resto del camino a casa sola pero Cristian se negó a dejarme continuar sola y me acompañó, el camino hasta mi casa no fue aburrido, todo el rato que pase con Cristian fue lindo y hablamos de todo un poco, al llegar a casa sabía que era la hora para decir adiós a la felicidad temporal y decirle hola a la tristeza y a mi dolor.

-Te volveré a ver- dijo Cristian

No pude responderle, ni una sola palabra logre pronunciar. Creo que Cristian se dio cuenta que me costaba hablar así que el mismo respondió a su pregunta, así que me dijo –Uno de estos días vendré a verte, te lo prometo-. Me dio un beso en la mejilla y se fue.

Ya en mi habitación todos los recueros la invadieron, recuerdos que creí que ya los había olvidado pero el tiempo no hiso un buen trabajo, recuerdos que todavía lastimaban a mi corazón y ahora los nuevos recuerdo que me hicieron sentirme bien hasta hace muy poco, los cuales no me dejaron dormir esa noche, invadiendo a mi cabeza con pesadillas que jamás creí que podía soñar.

Al siguiente día decidí ir a casa de Alexa, al llegar a su casa, Alexa había dejado una nota en la que decía “ME VOY CON MI MAMÁ A LA CIUDAD VECINA, REGRESO POR LA TARDE…. Alexa”. Como mi amiga no estaba en casa y yo no quería regresar a la mía decidí dar un paseo sin rumbo fijo.

Mientras caminaba en dirección al parque de la ciudad ya que había decidió meditar un poco acerca de todo lo que había pasado durante el tiempo en que Alejandro se había marchado y me había dejado sola con mi corazón en mil pedazos.

Al llegar al parque me lleve una gran sorpresa, en el árbol en que me gustaba sentarme a pensar estaba Cristian el chico que conocí en la feria del colegio. Y antes de que me diera cuenta el estuvo junto a mí.

-Me asustaste-le dije

-Disculpa esa no era mi intención- me dijo

Pasamos toda la mañana en el parque, mejor dicho perdí la noción del tiempo con él. Cuando me di cuenta de la hora ya había pasado el medio día, así que decidimos ir por unas hamburguesas porque Cristian tenía hambre. Por la tarde fuimos a caminar por el centro de la ciudad. Al caer la noche regrese a casa y como la ultima vez, Cristian me acompaño.

Y en casa me di cuenta que al pasar con Cristian mi dolor y mi tristeza se minimizan y la herida de mi corazón se así más pequeña, pero al llegar a la soledad de mi habitación la tristeza de no saber de Alejandro me envolvía y el dolor se apoderaba de mi corazón haciendo que la herida que se encontraba en él sangre.

En los siguientes días comencé a pasar más tiempo con Cristian y mi corazón comenzó a sanar pero no totalmente siempre había un momento en el día en que recordaba el tiempo que pase junto al amor de mi vida Alejandro. Pero a la vez me estaba dando cuenta que Cristian era como el sol que alumbraba a mi oscuridad.

Sabía que lo estaba usando para olvidar a Alejandro pero no lo conseguí. Sabía que Cristian estaba comenzando a sentir algo por mi y yo no lo quería se la misma forma que el a mí.

Un día como todos los que pasaba con él le pregunte, -¿Cuando no puedes estar con quien amas, te quedarías con quien está enamorado de ti?-. El no supo que responderme sabia que habías sido demasiado dura en ese momento con el pero yo no lo había sentido así, para mí solo fue una simple pregunta pero para él fue con el fin del mundo.

Nos quedamos en silencio por un largo rato, y preferí regresar a casa para no hacerle más daño de lo que en ese momento lo había hecho. Esta vez me rehusé que Cristian me acompañara hasta mi casa, no quería hablar con nadie.

En el camino de regreso a casa me encontré con Alexa y quien me acompaño y se quedo conmigo, esa noche fue una noche que jamás me había podido imaginar. Eran las siete de la noche y el sonido de un automóvil nos asusto a Alexa y a mí. Miramos por la ventana de mi habitación y un auto muy conocido para mi estaba estacionado en la puerta de mi casa, en ese momento alguien llamo a la puerta, como no había nadie más en mi casa que Alexa y yo, bajamos juntas a ver quién era. Y Cuando abrí la puerta, está ahí, frente a mí, el dueño de mi vida y de mi corazón, por el que había pasado tantas noche en vela, el que me había abandonado en un hoyo profundo y oscuro, por el que hubiera dado mi vida su fuera necesario, está ahí, Alejandro había regresado.

Tal seria mi asombro que cuando me desperté me encontré en mi habitación y junto a mi estaba él, el hombre de mi vida.

-Te prometo que jamás te volveré a dejarte sola- me dijo

Y antes que responderle volvió a hablar.

- Belén, mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te quedaste aquí y yo me aleje de ti, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y ya nada tenía sentido-

Cuando pronuncio aquellas bellísimas palabras supe que él no pudo vivir sin mi todo este tiempo como yo no pude vivir sin él.

-¿De cuantas maneras se puede destrozar un corazón y esperar de él que siga latiendo?- le dije

-¿De qué manera te puedo explicar esto para que me creas?- me dijo. -Estoy aquí y te quiero. Siempre te he querido y siempre te querré.-

-El amor, la vida, su sentido, todo se había terminado el día en que te fuiste- le dije con los ojos llenos de lagrimas

-No llores…- se quedo en silencio por unos cuantos segundos, -…Lo más elemental que le pedía a la vida era, precisamente, perder la noción del tiempo porque sin ti no sabía vivir- me dijo mirándome fijamente.

- Pero tú Me diste dos alternativas con las que tú podrías vivir y yo elegí aquella con la que sabía que tú seguirías viviendo. Así se supone que debía funcionar el compromiso.- le dije casi con un hilo de voz.

De pronto Me envolvió con sus brazos y me besó de un modo que debería ser ilegal. Demasiado persuasivo; era como una coacción, una intimidación. Traté de mantener la mente despejada... y fracasé, de inmediato y por completo. El sabía lo que hacía, sabía que yo no podría resistirme a uno de sus besos. Pero todavía no lo podía creer, todo parecía un sueño del que no quería despertar jamás, pero no era un sueño era la realidad.

-Nada sería más perfecto, que si te tendría a mi lado, y pudieras cerrar este agujero en mi pecho- le dije, todavía creyendo que todo lo que estaba pasando era un vil engaño de mi mente, creyendo que todo era producto de mi imaginación.

- Estoy aquí Belén…- se quedo en silencio porque creyó que iba a decir algo, pero como no hable, entonces dijo - No lo entiendes, puede que tú seas lo suficientemente valiente o fuerte para vivir sin mí, si eso fuera lo mejor, pero yo nunca podría hacer ese sacrificio. Tengo que estar contigo. Es la única manera en que puedo seguir viviendo-

-¿Nunca se te ha ocurrido pensar que tu vida sería mucho más sencilla si no te hubieras enamorado de mí?- le dije, y mientras esto ocurría una lagrima recorría mi mejilla.

-No te puedes haber creído de verdad que me iba a rendir tan fácilmente?- dijo con un punto de amargura en su tono burlón.

Fruncí el ceño ante las palabras que había escogido. Y entonces le dije -He soñado con poder estar contigo para siempre.-

Su expresión se alteró, más suave y triste a causa del sutil dolor que impregnaba mi voz.

-Belén…- sus dedos recorrieron con ligereza el contorno de mis labios -…Yo voy a estar contigo..., ¿no basta con eso?- Alejandro puso las yemas de los dedos sobre mis labios, que esbozaron una sonrisa.

-Basta por ahora.- le dije. Torció el gesto ante mi tenacidad. Esta noche ninguno de los dos parecía darse por vencido.

Espiró con tal fuerza que casi pareció un gruñido. Le acaricié el rostro y le dije -Mira, te quiero más que a nada en el mundo. ¿No te basta eso?- y él contestó, sonriendo -Sí, es suficiente. Suficiente para siempre.- En ese momento para presionar una vez más sus labios contra los míos.

-Para mí, tú eres más importante que nadie en el mundo, y el regalo que me has entregado eres tú mismo. Eso es mucho más de lo que merezco, y cualquier cosa que me des desequilibra aún más la balanza entre nosotros. Perdóname el haberte dejado aquí. Te hubieras podio llevarte mi alma porque no la quiero si tú no estás conmigo.- fueron las palabras que me dijo mientras esperaba mi respuesta

-Claro que te perdonó…- le dije en un hilo de voz mientras tomaba fuerzas para continuar -Si todo pereciera y tu te salvaras, yo podría seguir existiendo; y si todo lo demás permaneciera y tu fueras aniquilado, el universo entero se convertiría en un desconocido totalmente extraño para mi, Preferiría morir, a estar lejos de ti- le dije, mientras trataba de controlar mi llanto, el cual no era de dolor sino de alegría.

-Si me alejo de ti por cualquier lapso de tiempo, tendré que comenzar de nuevo. Aunque no desde cero, creo.- me dijo

-Entonces, no te vayas - le respondí, incapaz de esconder mí anhelo.

- Eso me satisface - replicó mientras su rostro se relajaba al esbozar una sonrisa amable.

-Te quiero más que a nada en el mundo.- me dijo mientras me abrazaba

—Tú me amas —dije maravillada. La sensación de convicción y certeza me invadió de nuevo. Aunque la ansiedad continuó presente en sus ojos, la sonrisa torcida que más me gustaba se extendió por su rostro. —Con todo mi ser-

-Yo fui como una luna pérdida, una luna cuyo planeta había resultado destruido en todo este tiempo que no te tuve a mi lado- le dije y el respondió - Si esto salía mal, a mí ya no me quedarían deseos de seguir viviendo.-

Había ya pasado varias horas desde que Alejandro llego a mi cas pero para mí fueron días.

-Ya conoces mis sentimientos-me dijo -Por supuesto- fue lo único que respondí -Estoy aquí, lo que, burdamente traducido, significa que preferiría morir antes que alejarme de ti- me lo recordó

- te amo y siempre te amare- le dije y antes que pudiera terminar la frase Me envolvió con sus brazos y me besó.

Y luego seguimos con gran felicidad en esa pequeña habitación que para nosotros era perfecta.


Capitulo II

¿Es que nunca jamás se iba a terminar?


Algo que, de todos modos, había esperado.

Algo que yo sabía que volvería a ocurrir,

Aunque deseará con todas mis fuerzas que no fuera así.


Ya ha pasado más de un año de que Alejandro regreso y de que no he vuelto a ver a Cristian. Ya estamos a punto de graduarnos y con eso el momento de tomar una dura decisión en nuestras vidas.

En los últimos dias había notado que Alejandro se estaba comportando un poco extraño, no sabía que estaba ocurriendo por lo que decidí preguntarle a su hermana Gabriela con la que llevaba muy bien. Pero al igual que yo no sabía que pasaba con él, eso me preocupaba, quería ayudarlo pero no sabía cómo y además no tenía el suficiente valor para preguntarle qué ocurría.

Lo deje pasar y Alejandro volvió a ser el mismo de antes pero aun así sentía que algo pasaba y no sabía que era. Estábamos a pocos meses de la tan anhelada graduación.

Un día mientras Alejandro y yo hacíamos la tarea, Alejandro me pregunto – ¿Ya decidiste a que

Universidad vas a estudiar?, porque yo ya he decidió a cual ir me-. Esa pregunta se me hiso algo extraña pero igual le respondí –todavía no lo he decidido-. Y lo único que me respondió ya que no le di lugar a mas preguntas fue –Pase lo que pase, estudies donde estudies, No importa mi corazón te seguirá a donde tu estés, te adoro -. Esas palabras llegaron tan profundo en mi corazón que no pude responderle, porque estaba consciente que esta vez nada ni nadie nos volverían a separar.

Faltando apenas dos meses para la graduación nuestros compañeros de curso decidieron salir de viaje por lo que ya estábamos próximos a decir adiós. Fue muy difícil convencerle A Alejandro que vaya pero al final lo logre.

Para todos las semanas antes del esperado viaje se nos habían hecho siglos, pero para mí no, porque con solo estar con el amor de mi vida el tiempo pasa tan rápido que no lo sentía.

Y por fin llego el tan esperado viaje, todos mis compañeros ya habían llegado pero falta alguien, faltaba el, mi corazón sentía que no iba a venir, que a última hora había desistido, que prefería quedarse y dejar que me vaya sola.

Pero no fue así, faltando unos pocos minutos a nuestra salida llego, el hombre de mi vida había llegado, no desistió, decidió venir y no dejarme sola.

El viaje se nos hiso tan corto, los días que pasamos en ese lugar fueron maravillosos, fueron unos de los mejores días que había pasado con Alejandro, pero la alegría comenzaría a desvanecerse.

Ya de regreso comenzaron todos los problemas. Cristian había regresado y con esto había regresado a mi vida.

Un día que regresaba de casa de Alejando me encontré con Cristian que me saludo como si nunca hubiera pasado nada, como si lo que le dije aquella vez ya lo había olvidado pero no era así, por lo contrario, esta vez había venido a luchar por lo que quería, había venido a luchar contra Alejandro el único que tenia lo que había querido desde hace mucho tiempo YO.

Nunca creí que Cristian regresaría y menos a luchar por mi sabiendo que esa guerra la tenia perdida antes de comenzarla, pero que está dispuesto a lucharla.

Nunca le hable a Alejandro de Cristian pero había llegado la hora de hacerlo. Una semana después del regreso de Cristian decidí hablar con Alejandro para contarle todo lo que estaba pasando y prepararlo para lo que estaba próximo a venir.

Como no sabía cómo comenzar y Alejandro se había dado cuenta que no podía hablar me pregunto:

-¿Te importaría decirme en qué estás pensando? ¿Antes de que me vuelva loco?- me dijo

-Nose como decirte esto-le dije

-Tranquila, dime lo que me tengas que decir que yo te voy a entender-

-No importa si después de esto me dejas de querer, no importa cuanto tiempo pudiera vivir, jamás podré querer a otro- le dije

Alejandro se había quedado sorprendido por lo que le dije.

- Ya conoces mis sentimientos, por supuesto. Estoy aquí, lo que, burdamente traducido, significa que preferiría morir antes que alejarme de ti- me dijo para que me tranquilizara, pero no lo logro

-Se que lo que te voy a decir es algo extraño tal vez o quizás te enojes conmigo pero es necesario que lo sepas- le dije

-No voy a dejarte caer, te prometo que siempre estaré contigo… Por favor dime lo que está pasando- me dijo con un tono sereno de voz

-Bueno, todo comenzó un tiempo depuse de que tú te habías ido. Fui a la feria del colegio con Alexa y me ocurrió un pequeño accidente- le dije

Al escuchar la palabra accidente Alejandro se preocupo

-Te paso algo??? Que ocurrió???- me dijo un poco asustado

-no me paso nada malo, solo que choque con un chico- le dije tratando de tranquilizarlo

-y que paso- fue lo único que respondió

-Bueno, nos hicimos amigos, comenzamos a Pasar tiempo juntos, nos divertíamos, quiso que volviera a sonreír porque siempre estaba triste, sabía que no podía vivir sin ti y aun así decidió ayudarme- le dije sin poder verle a los ojos

Alejandro no dijo nada, solo se escuchaba al silencio antes de que siguiera hablando.

-entonces, el día en que tu llegaste yo le pregunte “¿Cuando no puedes estar con quien amas, te quedarías con quien está enamorado de ti?”, y el no supo que responderme, y desde entonces no lo he vuelto a ver- le dije un poco mas tranquila

-Bien eso cambia las cosas...- dijo, me sorprendió lo calmado que sonaba.

-Estaba aterrorizada. Intenté decirme a mí misma que el miedo no tenía sentido, no entiendo porque lo tomas tan a la ligera- le dije

-Creí que era algo mas grave-me dijo con un tono burlón

-es que eso no es todo- nose como tuve el valor para poderle decirle

-Que todavía hay más??? Que es lo que pasa ahora???- no dijo cambiando repentinamente su tono de voz

-lo que pasa es que el volvió y se entero que estamos juntos- le dije

-y que tiene de malo eso- me dijo en un tono extraño

-Es algo malo, porque el vino a luchar por lo que quiere- le dije en un tono de preocupación

-No estoy dispuesto a vivir sin ti- me dijo

-Qué, no lo entiendes, está dispuesto a lo que sea para poder estar junto a mí, y tu sabes muy bien que eso es imposible, pero él lo quiere intentar y está dispuesto a lo quesea para separarnos- procuré elegir las palabras adecuadas, aquellas que le liberaran de la obligación que se había creado y que le estaba causando tanto dolor

-Y tú crees que él nos va a separar, crees que yo no voy a luchar por tu, que voy a dejar que me quiten mi vida entera???- me dijo, con un tono de ira

Me preocupa haber provocado esa extraña ira que estallaba cada vez que algo le molestaba realmente y revelaba con demasiada claridad lo obsesionada que estaba.

-Sabes que no quiero que te pase nada malo y que pase lo que pase tu y yo siempre vamos a estar juntos- le dije tratando de calmarlo

La plática que tuvimos había durado horas, las cuales me parecieron siglo y las que hubiera preferido evitar pero habían sido necesarias.

Paso una semana de lo que hable con Alejandro y aun así el nunca cambio du forma de ser conmigo.

Un día mientras dábamos un pase por el parque, nos encontramos con Cristian, que nos saludo muy amablemente y que después de saludarnos se presento

-Hola me llamo Cristian, me imagino que tú eres el famoso Alejandro del que tanto me ha hablado la querida Belén- le dijo a Alejando

-Si soy el enamorado de Belén, mucho gusto- le respondió Alejandro en un tono muy cortes

-Me gustaría uno de estos días platicar contigo para poderte conocer más y así darme cuenta si eres el indicado para Belén- le dijo Cristian a Alejandro con un tono muy extraño para mi

-Me encantaría platicar contigo, y así te podrás cuenta que soy el indicado para Belén- le dijo Alejandro con un tono desafiante

-entonces estamos en contacto- dijo Cristian y después se despidió

Ese momento se hizo tan extraño, no podía entender hasta ahora porque Alejandro se porto tan amable con Cristian.

-No entiendo lo que ocurrió, porque te portaste tan amable con el- le dije a Alejandro un poco aturdida por el momento

-Ya sabes, si no fuera por el hecho de que somos enemigos naturales y que pretende robarme la razón de mi existencia, en realidad creo que no me caería tan mal- me dijo

-No te entiendo sinceramente, a que estás jugando con portarte tan amigable con el- le dije

-No te das cuenta, sino puedes con el enemigo únetelo, si con eso no lo entiendes que mas quieres que te diga para que lo entiendas- me dijo con una enorme sonrisa en su rostro

-No lo entiendo, que pretendes hacer???- le dije un poco molesta ya

-Veras, primero tengo que conocerlo para poder saber a quién me estoy enfrentando, después le voy a ir ganando batalla por batalla hasta ganarle la guerra, bueno la guerra ya la tengo ganada- me dijo todavía con un tono de felicidad.

-Sabes que no quiero que te pase nada, eres lo más importante para mí, No puedo vivir en mundo en que tú no existas- le dije mientras Alejandro mantenía su brazo ceñido a mi cintura, conservándome cerca de él.

Pasaron los días y no había tenido noticias de Cristian, creí que se había ido de nuevo pero no fue así, él todavía se encontraba en la ciudad, y comenzaba a planear su primer ataque

Una tarde de regreso a casa después del colegio sentí que alguien me estaba siguiendo pero cuando regresaba a ver no había nadie, eso me asusto mucho y mientras caminaba a toda velocidad choque con Cristian.

- ¿Que pasa Belén? – me pregunto

-Sentí que alguien me estaba siguiendo, pero cuando regreso a ver quién es no hay nadie- le respondí

-Tranquila, todo va estar bien, solo quédate conmigo- me dijo para tranquilizarme.

Como sabia que él era incapaz de hacerme daño decidí hacerle caso.

-Como van Alejandro y tú- me pregunto

-Muy bien- le respondí

-Me alegro mucho por ti, aunque desearía que estés muy feliz al lado de otra persona- me dijo con un tono de tristeza en su voz

-Se lo infeliz que eres y tal vez esto no te ayude en nada, pero quiero que sepas que siempre estaré aquí. No voy a dejarte caer, te prometo que siempre podrás contar conmigo... Pero lo sabes que aunque no quiera, y solo el hecho de que estoy con Alejandro se que te voy a hacer daño. Lo lamento yo solo te veo como un amigo- le dije con un pequeño nudo en la garganta y esperando que Cristian no se sintiera mal

-Creo que me podría haber equivocado antes, ya sabes, sobre no ser capaces de ser amigos. Quizá pudiéramos arreglarlo, desde mi punto de vista.- me dijo

-A que te refieres?... Tu quieres que deje a Alejandro para que este contigo? Sabes q eso es imposible y que jamás lo haría en el mundo, y con su ausencia, la ansiedad se incrementaba para mí –le dije esperando a que logre entender que él es solo un amigo y que Alejandro en el hombre de mi vida

-Las probabilidades siempre están en contra nuestra. Error tras error- dijo otra vez con el tono de tristeza en su voz.

Después de la pequeña platica llegue a mi casa, y en la puesta me estaba esperando Alejandro. Al verme con Cristian se altero un poco pero como él es, supo controlarse y portarse tan amigablemente como la última vez.

-Hola mi vida te estaba esperando- me dijo mientras me rodeaba en sus brazos y me besaba.

-hola mi vida- le respondí. –Venia de regreso de casa de Alexa y me encontré con Cristian que me acompaño de regreso a casa porque sentí que alguien me estaba siguiendo- le dije

Alejandro se preocupo y sin decir ninguna palabra comenzó a analizar el alrededor de mi casa. Y al igual que Alejandro Cristian hizo lo mismo pero ninguno de los dos encontró nada ni a nadie.

Esta vez los invite a pasar lo cual accedieron muy gustoso y como si no existiera comenzaron a charlar tan amigablemente como si no hubiera rivalidad alguna. Y así paso la tarde, un poco de la noche.

Paso el tiempo y la graduación al fin había llegado, la tan esperado y ansiosa graduación llego, esa noche fue una noche increíble, una noche llena de sentimientos y emociones, era la última noche en la que iba a parar con mis compañeros y si por cualquier caso con Alejandro aunque sabía que eso no iba a ocurrir. A la graduación asistió Cristian y con él dos muchachas que nunca había visto en mi vida.

-Hola Belén- me dijo Cristian mientras se acercaba con aquellas muchachas

-Hola Cristian, quienes son tus amigas- le dije un poco asombrada

-Ellas son Verónica y Daniela, unas viejas amigas que acabaron de llegar a la ciudad- me dijo en un tono animado

Las muchachas me saludaron amigablemente al igual que yo. Pero en el fondo presentía que con la llegada de Verónica y Daniela las cosas se iban a empeorar más de lo que ya estaban, aunque faltaba que llegue lo peor.

La noche transcurrió maravillosa aunque algunas veces sorprendí a Verónica mientras miraba a Alejandro.

Había pasado la primera semana de lo que Alejandro y yo nos habíamos graduado, y desde la que las cosas iban a comenzar a ponerse mal no solo para nosotros sino para todo los que quería.

El fin de semana siguiente sucedió la cosa más extraña que me había podido imaginar. Estaba con Alexa regresando a casa cuando nos dimos cuenta que alguien estaba en la puerta de mi casa, a lo lejos no lo pude distinguir pero mientras nos acercábamos me di cuenta de quién era. Era el pasado que estaba regresando y no sabía para que lo hacia. Era Andrés una de las personas que había sido ocupado un gran lugar en mi corazón pero que se había ido de él.

Y al momento de darse cuenta que estábamos a punto de llegar me dijo -No te puedes haber creído de verdad que me iba a rendir tan fácilmente?-

-¿Por qué regresaste?- fue lo único que pude decirle

-Es todo lo que está pasando así que he decidido yo también luchar- me dijo

-pero porque si tu decidiste alejarte de mí- le dije un poco confusa

-Lose pero estoy arrepentido- me dijo con un todo diferente en su voz Nunca me hubiera imaginado que Andrés regresaría y menos para unirse en una guerra que todos sabían que nunca debió comenzar porque yo siempre elegiría a Alejandro. Pero regreso.

Por la noche llame a Alejandro y le conté de que Andrés había regresado, y a él le extraño aun mas.

-En esta guerra voy a tener que luchar el doble por ti-me dijo

-No quiero que hagas algo que te lastime, es preferible que de una vez por todas aclaremos las cosas con Cristian y Andrés- le dije mientras una lágrima recorría mi mejilla

-No te preocupes, tu sabes que esta guerra la voy a ganar- me dijo todo seguro de sí mismo

Esa noche no pude dormir cada vez que lo intentaba venían a mi mente horrendas pesadillas que para mí se podría convertir en realidad.

A la mañana siguiente Alejandro llego muy temprano a mi casa, quería asegurarse que pase bien el día, que deje de pensar en lo que estaba por venir. Para estoy fuimos de día de campo, y creí que iba hacer un buen día pero no lo fue, en el parque a donde fuimos nos encontramos con Cristian y las pesadas de Verónica y Daniela. Sabía que las dos estaba dispuestas a todo para poder quedarse con Alejandro y con Cristian, sabía que no les agradaba y llegue a sospechar que se podría llegar a unirse con Andrés para destruir todo lo que había.

En la tarde fuimos Alejandro y yo a caminar, mientras trataba de aclarar todas las dudas que se habían formado en mi cabeza.

-¿Qué harías si Verónica o Daniela nos quisieran separar?- le pregunte con un rastro de dolor en mi voz

-Porque dices eso- me respondió

-Porque siento que nos quieren separa, es casi como lo que pasa con Cristian y Andrés, ellos también nos quieren separar- le dije mientras evitaba que mis lagrimas se escaparan de mis ojos

-¿De qué manera te puedo explicar esto para que me creas? Nadie ni nada nos va a separar. Estoy aquí y te quiero. Siempre te he querido y siempre te querré. Porque te cuesta entender eso, tu sabes que más que todo el mundo nos quiera separar no lo va a poder, sabes porque, porque tú eres mi vida Belén- me dijo tratando de que no llorara

-me prometes que nunca nadie nos va a separar, que mas que el mundo quiera alejaros siempre vamos a estar juntos- le dije mientras trataba de convencerme a mi misma de que nada malo podría pasar entre los dos y que nadie en el mundo nos lograría separar.

- No voy a dejarte caer, te prometo que siempre estaré contigo, pase lo que pase vamos a estar juntos- dijo tan seguro de sí mismo pero con un punto de amargura en su tono. Fruncí el ceño ante la palabra que había escogido, pero no me importaba porque sabía que junto a él todo iba a salir bien.

Pasaron los días y todo continúo como había estado hasta el momento, nadie había hecho nada para mejorar o empeorar las cosas, no sabía lo que estaban esperando para actuar, Alejando y yo ya estábamos preparados para enfrentar lo que venga pero no ocurría nada. Había llegado a pensar que todos estaban preparando una emboscada en contra de nosotros pero no había pasado nada.

Transcurrió un mes desde que regreso Andrés y comenzaron a aparecer los problemas. Comencé a pensar que el mundo estaba en mi contra que a los únicos que tenia era al amor de mi vida Alejandro y a mi mejor amiga Alexa, que todo el que me miraba quería hacerme daño y querían separarnos. Pero no era así las los únicos que buscaban eso era Cristian, Andrés, Verónica y Daniela, pero para mí era como si un ejército entero estuviese en contra de mi.

Para otros podía haber sido un fin de semana común y corriente pero para mí, no lo fue, ese fin de semana fue el que marcó el inicio del conflicto en el que yo estaba a punto de ser parte fundamental.

Ese fin de semana decidimos ir a la feria de la ciudad vecina, en la mañana pasamos increíble, no pensamos en nada malo de lo que nos estaba pasando, nos olvidamos de los problemas que nos han estado rodeando durante todo este tiempo.

Creí que ese día no iba haber ningún problema, pero como siempre me había equivocado aquel día medí cuenta que no solo Alejandro y yo éramos los que podíamos salir lastimado, que también podía salir lastimado Cristian.

Como no le había visto a Cristian desde hace unas cuantas semanas me sorprendió ver lo que vi, Cristian estaba con Daniela, era imposible creerlo, pero a la vez era una alegría verlo feliz, creía que por fin había encontrado a alguien que le realmente lo quería como él se lo merecía.

-Hola Belén- me dijo, mientras en su voz se notaba claramente un tono de felicidad.

-Hola Cristian- le respondí, con un poco de asombro.

-podemos hablar tu, Alejandro y yo a solas- me dijo manteniendo su tono de felicidad en su voz

-Claro, no tenemos ningún problema, o si Belén???- dijo Alejandro antes de que pudiera responder

-No tenemos ningún problema- dije un poco confusa por lo que estaba pasando.

-Entonces nos vemos por la tarde en el parque- nos dijo mientras se alejaba de la mano de Daniela

- ¿No te pace un poco extraño lo que acabo de hacer Cristian?- le dije a Alejandro todavía confusa

-Tal vez de dio cuenta que tu no va a estar disponible ningún día para cualquier otra persona que no sea yo- me dijo con un tono de victoria en su voz

-Creo que tienes razón- fue lo único que le pude decir ya que Alejandro puso las yemas de los dedos sobre mis labios, esbozo una sonrisa y espiró con tal fuerza que casi pareció un gruñido. Le acaricié el rostro y le dije -Mira, te quiero más que a nada en el mundo-.

Transcurrió la mañana y llego la hora en que Alexa tenía que regresar a casa.

-Están seguros que van a estarán bien cuando hablen con Cristian- nos dijo Alexa un poco preocupada

-No te preocupes, vamos a estar bien- Alejandro le dijo con un tono de seguridad

-Si necesitan algo no dudes en llamarme Belén- me dijo

-yo te llamo si necesitamos de tu ayuda- le dije tratando de que se tranquilizara

-De acuerdo, me voy ahora porque tengo que regresar pronto a casa o si no me quedaba con ustedes- nos dijo tratando de ocultar la preocupación que la invadía.

Después de haber dejado a Alexa, Alejandro y Yo nos dirigimos al parque de la cuidad. Y ahí esta Cristian todavía feliz y sin ninguna preocupación.

-Los estaba esperando- nos dijo

-De que quieres que hablemos- dijo Alejandro con un tono desafiante

-De la pequeña guerra que quería hacer por conseguir algo que había sido, es y será imposible alcanzar para mí- le dijo, esta vez con un leve tono de tristeza en su voz

-Y este cambio de parecer a que se debe- le respondió Alejandro en un tono cortes

-No es un arrepentimiento, por lo contrario, es un alto antes de comenzar- dijo

-A que te refieres?- le dije sin poder entender lo que estaba pasando

-Me di cuenta que estaba peleando solo contra un gran ejército, que aparte de mi, existen otros que están buscando lo mismo, pero al igual que yo se van a dar cuenta que es imposible de conseguir- dijo esta vez con una gran tristeza en su voz.

-Entonces me estás diciendo que ya no vas a luchar por Belén, que te diste por vencido- dijo Alejandro con un tono de victoria

-No me doy por vencido, solo que me he dado cuenta, que Belén solo me quiere como amigo y mas que haga lo que haga nunca conseguiré su amor- dijo mientras me miraba fijamente tratando de decirme algo que no lo podía entender y que después lo lograría descifrar.

-Entonces porque estás haciendo esto, porqué no callaste y dejaste que todo regrese a su camino- Le dijo Alejandro con un poco de intriga ya que no estaba seguro de lo que Cristian estaba haciendo en ese momento.

-Tú siempre tuviste en claro que no te sobreviviría por mucho tiempo si callaba, y si hago esto es porque sé que van a venir tiempos más difíciles que estos y que van a necesitar de ayuda para poder resistir- le respondió.

-¿Que está ocurriendo?, uno de los dos me pueden explicar- les dije sin entender nada

Se produjo un silencio sepulcral y de pronto encajaron todos los detalles. Se avecinaba algo que Alejandro no quería que supiera, algo que Cristian no me hubiera ocultado, algo que había hecho que Alejandro y Cristian anduvieran juntos en peligrosa proximidad.

Por la noche recibí un mail de Cristian en el cual me explicaba porque había hablado de esa forma por la tarde pero no me dijo nada de lo que estaba por venir, lo único que me dijo “Abandone esta absurda guerra porque sé que nunca la hubiera ganado, porque te quiero y no quiero que seas infeliz por mi culpa… Te dejo en paz, porque encontré a la persona indicada, tu sabes quién es. Nunca lo espere pero como tú lo dijiste todo pasa por algo”, sique Cristian me dijera algo ya lo entendí todo. Esa pasando algo que de todos modos, había esperado. Algo que yo sabía que iba a ocurrir, aunque deseará con todas mis fuerzas que no fuera así. La guerra aunque no la que había empezado Cristian estaba por comenzar. Sabía que debía estar alerta de cualquier movimiento que tomen Andrés, Verónica y Daniela, sabía que los tres se habían aliado para poder destruirnos, y ahora me había dado cuenta que Cristian había renunciado a mí para poder verme feliz, para evitar que vuelva a sufrir, quería evitar que Andrés, Verónica y Daniela causaran daños que ni él los iban a poder repara.

Una semana después llego una pequeña esperanza para Alejandro y para mí. La carta de aceptación para la universidad que habíamos elegido. En la cual nos decían que teníamos que estar en la universidad en una semana para poder todo en orden y comenzar clases.

Había sido la mejor noticia que habíamos podido tener durante mucho tiempo, una noticia que solo Alexa y Cristian la sabían, porque desde aquella tarde Cristian y Alejandro comenzaron a llevarse como buenos amigo, era ello dos los únicos en que podíamos confiar en esos momentos.

Paso la semana llena de ansiedad, sabíamos que esta era la oportunidad perfecta para alejarnos de todos los problemas que nos rodeaban y no nos dejaban en paz.

Pero nuestra alegría duro muy poco, en aquella universidad no solo encontramos viejos amigo sino también encontramos viejos problemas, Andrés y Verónica también los habían aceptado en aquella universidad.

Y sin darnos Verónica y Andrés comenzaron a volverse parte de nuestras vidas, hasta que llego un momento en el que perdí todas mis esperanzas y renuncie a todo. Me di cuenta que para Alejandro me había convertido prácticamente en un estorbo, que prefería pasar tiempo con ella antes que conmigo.

Así que decidí regresar, sabía que si regresaba todo iba a ser mejor para los dos, sabía que si me alejaba Alejandro iba a ser feliz con Verónica porque eso era lo que estaba pasando Alejandro se estaba olvidando de mi.

Cuando por fin me decidí de regresar, tome la decisión mas dura que nunca había tomado en la vida, hablar con Alejandro y decirle que sea feliz y que yo nunca más lo volvería a molestar.

-Que pasa, de que tenemos que hablar- me dijo sin ninguna preocupación

-Sera Como si nunca hubiera existido- le dije

-A que te refieres, de que estás hablando- me dijo con un tono de preocupación

-Me voy, te dejo para que seas feliz aquí, porque para ti me he convertido en un estorbo- le dije con la poca voz que me quedaba

-Porque dices eso- me respondió

-No te das cuenta?, ya no significo nada en tu vida, mereces ser feliz aunque yo no esté a tu lado- le dije mientras trataba de aguantar las ganas de llorara

-Estás hablando por Verónica?- me dijo

-Sí, estoy hablando de ella, se que con ella eres feliz asi que he decidido regresar para que sin mi tú seas feliz aquí, porque si me quedo no lo voy a poder resistir- le dije antes de echarme a llorar y salir corriendo de su habitación.

Sabía que lo que estaba haciendo era lo que siempre desearon conseguir Andrés y Verónica, también sabía que lo que estaba haciendo me iba a arrepentir por el resto de mi vida, porque si lo hacía era por la felicidad de la persona que ocupaba todo mi corazón.

Al día siguiente ya estaba de vuelta en casa, mis dos mejores amigos me esperaban, pero esta vez había alguien más ahí. Era Daniela, que había querido disculparse por todo lo que había hecho junto a Verónica y Andrés.

-Hola Belén, solo quería pedirte que me disculpes por todo lo que hice- me dijo

-No te preocupes Daniela te disculpo, pero aun así Verónica gano- le dije con los ojos llenos de lagrimas

-A que te refieres- me dijo sorprendida por mi respuesta

-Ya no hay nada entre Alejandro y yo, se acabo, Verónica gano, ella se quedo con él, y yo me quede sola. Eso no era lo que querían???- le dije mientras muchas lagrimas recorrían mis mejillas.

-No entiendo por qué dices eso si Verónica esta con Andrés y ellos son el uno para el otro- me dijo

-De que estás hablando- le dije

-No te das cuenta. Eso era lo que querían sepárate de Alejandro, volverte una persona infeliz, hacer que Alejandro te odie. Ese era su juego porque los dos son como tú y Alejandro nunca se van a separar- dijo tratando de que ordenara mis ideas

Pero no pudo, no supe que responderle y lo único que logre fue caer en llanto. Pasaron los días y no sabía nada de él, no sabía de Cristian ni de Daniela. La única que me quedaba era Alexa. Mi amiga, la que siempre estuvo cuando la necesite.

Hasta que una mañana soleada solo el timbre de mi casa, eran Alexa, Cristian y Daniela, que venían a llevarme de a recuperar lo que por tonta perdí. Habían venido a llevarme de regreso a la Universidad, ellos sabían lo que estaban haciendo, sabía que Alejandro se había dado cuenta de lo que Verónica y Andrés había planeado, y estaba solo esperando que regresara.

Y eso era lo que mis amigos estaban tratando de hacer. Al comienzo no quise pero gracias al poder de convencimiento de Daniela acepte y me di cuenta de todo lo que había perdido por querer la felicidad de Alejandro lejos de la mía.

El viaje se me hizo eterno, pensaba que cuando llegara Alejandro no querría hablar conmigo, que no querría verme ni siquiera saber de mí.

Cuando llegamos estaba ahí, el amor de mi existencia que había dejado ir por el deseo de verlo feliz.

-¿Como si nunca hubiera existido?- me dijo

-Aquella promesa no la podía mantener- le dije mientras Alejandro me envolvía en sus brazos.

- Fue una promesa que se rompió tan pronto como la hiciste.- me dijo antes de besarme de un modo que debería ser ilegal.

-No sabía que todo era una trampa para sepáranos- le dije

-Yo tampoco lo sabía si no era gracias a Cristian y Daniela…- no lo deje terminar –No estuviéramos juntos otra vez- termine lo que había comenzado.

Gracias a Cristian, Daniela y Alexa, Alejandro y yo no hubiéramos a estar juntos. Si Cristian no se hubiera dado cuenta de lo que planeaban y Daniela no se hubiera arrepentido esta historia no tendría un final feliz.

Un mes después regrese a la universidad, Andrés y Verónica la habían abandonado, Daniela se dio cuenta que Cristian era el hombre de su vida y Alexa todavía no encuentra al indicado pero lo está buscando.

El tiempo pasa, incluso aunque parezca imposible, incluso a pesar de que cada movimiento de las manecillas del reloj duela como el latido de la sangre al palpitar detrás de un cardenal. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasar. Por eso Se acabo el primer semestre en la U y decidimos ir todos de vacaciones a la playa. Pero esa historia será para después.

Dªtº$ P€r$ºnªl€$

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Soy una persona alegre, divertida, sincera, confable, muy sentimental y muy sencible. Odio la hipocresia, la mentira el engaño, la falsedad. Tengo un corazón un poco fragil xq a sufrido algunos golpes q lo han dejado asi.

M!$ ªm!gª$...!!!

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